El pato mandarín es una anátida oriunda de China, Japón y Siberia de vivos colores (sólo presentes en los machos) que ha sido introducida en diversos puntos de Europa y que vive en numerosos parques de todo el mundo.

Descripción

 

Elegante y de constitución robusta, puede llegar a medir 45 cm de longitud, existiendo un dismorfismo sexual muy acusado. Solamente se parecen machos y hembras cuando están protegidos por su pelaje invernal. Durante los meses cálidos el macho presenta un copete rojo con brillos metálicos de color verde sobre la frente y dos franjas laterales de color blanco o crema muy claro, en las que destacan los ojos oscuros y el pico de un tono rojo coral. Asemejándose a unas barbas posee unas plumas de un color naranja cobrizo. El pecho y la garganta son de color morado y el vientre blanco, y los laterales son de un tono crema con dos bandas azuladas que dan paso a sendas franjas anaranajadas curvadas hacia arriba. Las hembras son poseen un plumaje más discreto con un copete grisáceo.

 

Este pato es muy sociable. En invierno forma grupos con otros miembros de su especie, algunas veces hasta cien de ellos se pueden ver juntos. Según se aproxima la primavera forman su pareja antes de emigrar a las áreas donde anida en Manchuria y China. Cuando una pareja cría por dos temporadas continuas tienen una buena posibilidad de permanecer juntas de por vida. Una vez seleccionado el lugar, la pareja defiende un área o territorio de otros miembros de su especie. El nido por lo general lo hacen dentro de huecos en los árboles. A cierta altura, muy extraño que aniden en el suelo. Ambos sexos participan en la incubación de los huevos, siendo la madre la que pasa la mayor parte del tiempo sentada sobre el nido. La nidada consiste de 9 a 10 huevos color crema blancuzcos.

 

Aclimatación

 

Son muy robustos y resistentes, aclimatándose bien a las latitudes Europeas, pero son sensibles a los fríos más intenso de los inviernos.

 

Curiosidades

 

En el oriente asiático fueron considerados animales portadores de buena fortuna, de tal forma que en China se regalaba una pareja de estos patos como regalo principal en las bodas más importantes.