Es el lugar donde viven nuestras aves de corral: gallos y gallinas de varias razas, pavos comunes y gallinas de guinea. La existencia de gallineros obedece a la domesticación de distintas razas de aves por el hombre. La domesticación se produjo en el sudeste asiático al menos hace 7.400 años. Es muy probable que los primeros gallos y gallinas llegaran a occidente a través de la ruta de la seda. Aproximadamente en el 2000 a. C. llegaron a oriente medio. En 1500 a. C., los pollos habían llegado a Egipto. Existe evidencia de que los egipcios fueron los primeros en occidente en criar pollos, y esta costumbre se extendió después alrededor del Mediterráneo por el mundo grecolatino. En ese momento, además de consumirse su carne y sus huevos, se usaba como ofrenda ritual en los cultos religiosos. Hipócrates habla sobre los animales consumidos en Grecia, donde menciona a los cerdos, jabalíes, ciervos, erizos, gallinas, tórtolas y patos. A la remota Iberia los pollos llegaron de manos de comerciantes fenicios a comienzos del primer milenio a. C. Aproximadamente a partir del 600 a. C. los pollos fueron llevados más allá de los Alpes y se extendieron por el resto de Europa.