El Hurón doméstico (Mustela putorius furo) es un descendiente del turón salvaje, que fue domesticado hace al menos 2.500 años. Otros mamíferos de la familia de los mustélidos tienen también la palabra «hurón» en sus nombres comunes.Nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue domesticado, pero algunos hallazgos arqueológicos de hurón datan del 1500 adC. Se cree que la domesticación fue similar a la del gato.

 

Hay quien dice que los antiguos egipcios tenían hurones, pero es más creíble que los europeos que visitaban Egipto viesen gatos, y pensaron que usar un pequeño carnívoro para proteger las reservas de grano era una gran idea. El hurón desciende probablemente del turón (Mustela putorius), por lo que el nombre científico más utilizado para este animal es Mustela putorius furo. También es posible que los hurones tengan como antepasados al turón de la estepa (Mustela eversmanni).

 

Durante cientos de años el principal uso de los hurones fue la caza. Con su naturaleza agresiva y su cuerpo largo y estilizado, están bien adaptados para entrar en madrigueras y cazar a los animales que haya dentro. Aún se usan para cazar en algunos países, sobre todo en Australia donde los conejos son una plaga y, a pesar de la tecnología moderna, la combinación de unas cuantas redes y un par de hurones resulta muy efectiva.Hábitat y HábitosEn muchos sentidos, los hurones son como gatos que nunca crecen. Son energéticos, curiosos y sin embargo, son mucho más sociables que los gatos, y les gusta jugar con sus dueños. Dicen que los humanos domesticaron hurones por la curiosidad que despertaban; sea esto cierto o no, su curiosidad es mayor que su sentido común y esto hace que sus posibilidades de supervivencia en nuestro entorno sea bastante limitada (muchos mueren explorando y reclinando sillas sin el conocimiento de sus dueños). Los hurones pasan la mayor parte del tiempo (de 14 a 18 horas al día) durmiendo, pero cuando están despiertos son muy activos, dedicándose a explorar su alrededor de forma exhaustiva.

 

Los hurones son animales crepusculares, es decir, que son más activos durante el amanecer, el atardecer y parte de la noche. Si están enjaulados, deben ser sacados de forma diaria para que hagan ejercicio y satisfagan su curiosidad; necesitan al menos una hora y un lugar de juego.

 

Los hurones, al igual que los gatos, pueden utilizar una caja (preferiblemente esquinera) para realizar sus deposiciones con un poco de entrenamiento, aunque es necesario tener cajas en distintos cuartos porque no la buscarán si les queda lejos. Los hurones son también buenos inquilinos del patio trasero y les encanta que les acompañen en el jardín. Sin embargo, no se les debe permitir vagar libremente; los hurones son audaces al punto de la insensatez y exploran cualquier agujero que encuentren, incluidos los desagües para la lluvia y las bolsas de las personas. Siempre que se encuentren en el exterior deben ser vigilados de cerca, y preferiblemente sujetos por una correa con arnés.