Es originario de la región argentina conocida como la Pampa.

Sus hojas acintadas pueden llegar a medir 2 metros, que son muy peligrosas al contacto con las manos y pueden cortarnos. Esto es debido a su contenido en sílice.

En la granja la encontramos en el jardín del reloj de sol, y en el que está frente a los establos de los animales.

Necesita poda de rejuvenecimiento durante el invierno, y es muy resistente a plagas y enfermedades.

La reproducimos por división de mata. Para comprender por qué le llamamos plumero, fíjate en sus flores.