Ánade real, pato mudo, pato mandarín, gansos o cisnes presentan rasgos de adaptación de las aves a los ambientes acuáticos. Las aves acuáticas se diferencian del resto por presentar un grupo de adaptaciones particulares, morfológicas, fisiológicas y conductuales, relacionadas con el plumaje, adaptaciones circulatorias y respiratorias, o modificaciones del patrón corporal o de las alas y patas para la vida en los Humedales.
La adaptación de las aves a los ambientes acuáticos parece haber surgido desde muy temprano en la evolución de este grupo. Los primeros fósiles datan de 130 millones de años y corresponden a un género llamado ichthyornis. Las aves zancudas aparecen más tarde, hacia la era terciaria en el océano. Sin embargo, en general, las aves acuáticas no son un grupo monofilético, de un origen evolutivo común, sino que líneas de numerosos grupos diferentes tendieron a explotar estos ecosistemas, convergiendo en sus adaptaciones.
Desde 1859 Darwin expresó que las diferencias morfológicas entre especies son indicadoras de diferencias ecológicas. Entre las aves acuáticas existen varias líneas adaptativas generales hacia las cuales han evolucionado en conjunto los biotipos fundamentales:
- Aves nadadoras y buceadoras.
- Voladoras y las vadeadoras.
Cada una presenta un conjunto de adaptaciones morfológicas que permiten conocer aspectos de su historia natural.